Jerusalem Stone
Desde los tiempos bíblicos, el monumento mortuório era una pila de piedras – "del polvo has venido y al polvo habrás de retornar". Piedra y arena eran componentes disponibles en la época para hacerse un funeral. Las flores mueren rápidamente mientras que las piedras son eternas, así como nuestra “saudade” (N.T. : nostalgia, extrañar) por los que ya se fueron. El rico y el pobre se encuentran, a todos el Señor los ha hecho, cuyo contenido remite a la igualdad social delante de la muerte.
El hábito de construir una lápida en las tumbas se remonta a los días de los patriarcas hebreos, cuando Jacob erigió una lápida para su mujer, Raquel. "Y Jacob puso una columna sobre su sepultura". Esta es la columna de la sepultura de Raquel hasta hoy en día.
La construcción de una lápida es importante, simboliza respeto por el fallecido. Además, sirve para identificar el local, facilitando la visualización de los visitantes.
Las Piedras de Jerusalén son utilizadas hace millares de años en la ejecución de lápidas y sepulturas de los diversos cementerios de la ciudad, tanto judíos como protestantes, católicos y otras religiones. Hasta cementerios y mausoleos militares utilizan ampliamente las Piedras de Jerusalén, según puede ser visto en las imágenes abajo.
LÁPIDAS Y SEPULTURAS
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